miércoles, 3 de enero de 2018

Plaquetas

Las Plaquetas

Son segmentos de megacariocitos cuya principal función es la de detectar cualquier daño en el endotelio vascular, e interactuar con el factor von Willebrand para iniciar un proceso local de coagulación que evite una hemorragia hacia los tejidos o hacia el exterior. Adicionalmente, participan en varios de los mecanismos de respuesta inmune como inflamación, angiogénesis, desarrollo de canales linfáticos y en procesos patológicos como el crecimiento de tumores y desarrollo de arterioesclerosis.

Se originan en la médula ósea a partir de los megacariocitos, células que producen 100 millardos de plaquetas al día, con lo cual se asegura una población de un trillón de ellas en la circulación. Su vida media es de 8 a 10 días. Tienen un citoesqueleto bien desarrollado. Sus funciones hemostáticas están a cargo de diferentes gránulos citoplasmáticos, los más abundantes de los cuales son los α, 40 a 80 por plaqueta, responsables de las funciones procoagulantes. Otros gránulos contienen diversas moléculas como quimiocinas, de adherencia, mitogénicas, lisosozimas y factores reguladores de la angiogénesis. Cuando la respuesta inmune lo requiere, tienen la capacidad de generar 300 moléculas diferentes.



Las plaquetas son la fuente principal de TGFβ, factor inmunosupresor, que actúa por medio de diferentes receptores, como los para IL-1, y CD154 (ligando para la CD40). Estas moléculas inducen la adhesión al endotelio alterado de polimorfonucleares y células dentríticas y estimulan la producción de citoquinas proinflamatorias. Participan, por lo tanto, en la regulación de los procesos inflamatorios e interactúan con diferentes subpoblaciones de linfocitos para reforzar la respuesta inmune adquirida o específica.


Las plaquetas participan en los procesos inflamatorias al ser activadas por el factor activador de las plaquetas (PAF), producido por macrófagos, eosinófilos, polimorfonucleares, mastocito y células endoteliales. Este factor es la sustancia biológica con mayor actividad vasodilatadora, capaz de producir edema, contracción de músculo liso, tanto del árbol pulmonar como del sistema coronario, hasta el punto de poder inducir paro cardíaco e hipotensión sistémica. Su efecto vaso activo es mil veces superior a la histamina. Tiene múltiples funciones relacionadas con el proceso de la inflamación y con la regulación de la respuesta inmune. Incrementa la agregación de las plaquetas y su degranulación con la liberación de factores de la coagulación. Sobre los polimorfonucleares actúa incrementando su actividad quimiotáctica, liberando lisozima, produciendo superóxido y liberando eicosanoides. Las plaquetas expresan TLRs 1, 2, 3 y 9 que les facilitan el reconocimiento de diferentes PAMPs, y la iniciación de acciones antimicrobianas gracias a la generación de trombocidinas, moléculas aglutinantes que facilitan el que los patógenos sean atrapados por los fagocitos. Participación en la patogenia de la artritis reumatoide con la liberación de micropartículas que participan activamente en el proceso inflamatorio articular. La producción de anticuerpos contra diferentes componentes de las plaquetas genera afecciones que pueden ser mortales. 




Bibliografía

   Rojas M. Williams. (2015).  Inmunología de Rojas, 17ª edición, Colombia: Fondo editorial.

  • Ross, M. H., W. Pawlina, Histología: Texto y Atlas Color con Biología Celular y Molecular, Ed. Panamericana, 6ª ed., 2013.